Centro de servicios profesionales en tanatología, con una experiencia de 20 años, atendiendo a la persona con un enfoque integral. 

Acompañar a las personas que afrontan una pérdida, mediante una intervención que permite identificar las necesidades específicas de la persona en duelo empleando diferentes métodos relacionales basados en la teoría científica para los distintos momentos del proceso.

Para las personas y familias que afrontan la muerte de un ser querido, y a toda persona que ha sufrido pérdidas significativas en su vida como son la pérdida de la salud, divorcio, ruptura, noviazgo, pérdida de empleo, jubilación, cambio de residencia, etc.

Se les proporcionan los medios necesarios para gestionar y recuperar su equilibrio emocional, psicológico y físico en sesiones programadas de acuerdo a las necesidades de la persona, facilitando el crecimiento a través de las pérdidas.

Nuestra Misión es ayudar a las personas que enfrentan pérdidas severas de todo tipo para comprender y superar el duelo. Integrar a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para vivir en plenitud y buscar su transcendencia. Así como fomentar  la atención profesional  del Tanatólogo para el cuidado a los pacientes en situación terminal, sus familias y la comunidad. Comprometidos en ofrecer un Servicio Profesional personalizado con integridad, responsabilidad, calidez y cooperación  para dar respuesta a su particular necesidad. 

Potenciar y fomentar la información y formación en lo que respecta a los temas de Tanatología  atendiendo los intereses de carácter técnico, cultural, académico y en general, aquellas cuestiones que sean propias del ámbito.

Agrupar a cuantas personas (profesionales de la salud, psicólogos, asistentes sociales, antropólogos, etc.) estén interesadas en el estudio de los problemas que atañen a la Tanatología, para sumar sus actividades.  

Ofrecemos un servicio personalizado.

Por medio de atención presencial en Cancún y Playa del Carmen, también en línea de acuerdo a su particular necesidad. 

Movernos al ritmo de la vida es una forma más flexible y armónica de enfrentar los desafíos que nos presenta. El duelo nos lleva a una metamorfosis para transformarnos en mejores personas y volver a amar.