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La vida es bella, no perfecta

Cuando el sufrimiento de la culpa te invada, vuelve a tu centro, mira tu interior.  Sentir culpa es una manifestación del gran amor que tenías por ese hijo que ya no está.  A pesar de todo lo que has sufrido la vida es bella, no es perfecta, nadie ha dicho que así sea.  El amor es infinito, el sufrimiento termina, todo depende de ti.  No permitas que el sufrimiento sea más grande que  el amor  que sientes por tu hijo; el amor no tiene fin, no tiene fronteras.

 

Te dejo este pensamiento que llegó a mi, es algo que quiero compartir para esos corazones que luchan por encontrar la paz que perdieron el día que murió esa persona amada:

 

Tú no fallaste como madre.

Tengo que decirte esto. 

Tú no fallaste. Ni siquiera un poco.

Tú no eres una mala madre.

Tú no elegiste esto. Tú no querías que esto ocurriera.

Tú no has hecho nada malo. Simplemente sucedió. Pero te paso a ti. A pesar de tu petición, tu súplica, tu oración, esperando contra toda esperanza que no fuera verdad. A pesar de que todo dentro de ti estaba gritando no, no, no, no, no.......

Dios no hizo esto para castigarte, herirte o "darte una lección" Así no trabaja Dios. No se podía haber evitado esto aunque te esforzaras más, rezaras más fuerte o si fueras una "mejor" persona, no se puede ser mejor de lo que tú ya eres mamá.

Tampoco si comieras mejor, amaras mas, o por x, y, z a la enésima potencia, o cualquier otra forma en que tu mente trate de rellenar ese espacio en blanco con dudas.

No se podía prevenir este evento, si se hubiera podido predecir el futuro, ni así podrías haber evitado mi partida.

Incluso si no hiciste más, ya eres la mejor madre que hay, ya que lo haz hecho absolutamente todo, cualquier cosa para mantener con vida a tu hijo. Para respirar su último respiro para salvar su vida. Para elegir el dolor de nuevo, simplemente pasar un minuto mas conmigo. Esa, es la clase de amor que tu das. Tú eres esa clase extraordinaria de madre.
Así que lava tus manos de las cosas negativas, traicioneras, o de cualquier persona que haya corrido en dirección contraria cuando más los necesitabas. Lava tus manos de las personas que pueden haberte juzgado falsamente, quien te haya desterrado, o estigmatizado debido a lo que paso.

Lava tus manos de cualquier persona que te haya hecho sentir menos cuestionando lo que hiciste o lo que no hiciste. Aquellos cuyas palabras o miradas han dado a entender que se trato de alguna manera de tu culpa.

 

Esto no fue tu culpa. Esto nunca será tu culpa no importa de cuantas maneras diferentes alguien trate de decirte que si lo es.

Y especialmente si ese alguien resulta que eres TU misma. A veces no es lo que dicen otros lo que te mantiene esposada en el sufrimiento. Algunas veces adoptamos las opiniones erróneas de los otros y asumimos las situaciones como nuestras.

 

A veces son nuestras voces internas las que te empujan a la esquina mas oscura de tu desesperación, como un abusador y te dice una y otra y otra vez que fallaste como madre. Si sólo eso y aquello, la muerte de mi hijo no hubiera ocurrido. 

Esa es la mas enferma de las mentiras, no la debes creer ni por un segundo, no dejes que se clave en tus huesos, no dejes que se ahogue esa hermosa, hermosa luz que irradias. En lugar de eso respira profundo con cada parte de tu cuerpo..... Maldición mamá, entiende, eres la mejor madre en el mundo entero.

La clase de madre de la que se podría escribir un libro. La clase de madre que puede inspirar al mundo entero.

Nadie mas podría hacer lo que tu hiciste, nadie mas podría haber sido la mejor madre para mi, tu hijo. Nadie más podía dejar que el amor y la luz de su hijo brillara a través mío de la forma en que lo hiciste tú. Nadie mas pudo haber llevado la muerte de su hijo también como tu lo hiciste. Nadie más podía llevar esta carga implacable con tanta valentía. Es la carga más pesada, más tormentosa que hay. Tienes dentro de ti una fuerza sagrada. Eres la madre de todas las madres. No hay nadie, nadie, nadie que alguna vez pueda reemplazarte. Nadie. Fuiste elegida para ser mi madre. Sí elegida mamá yo te elegí. Y nadie podría ser mejor madre en la vida o en la muerte como tú lo eres.

Así que respira mamá, sigue respirando. Cree mamá, sigue creyendo. Lucha mamá, sigue luchando. Por esta verdad que desarraiga las mentiras en tu corazón.
No fallaste. Tu no fallaste. Ni siquiera un poco.

 

Por si te sirve de algo. Te veo. Te escucho sollozar. Siento tu dolor dentro de mi. Pongo mi mano en tu corazón para hacer un parche improvisado dentro de ese enorme vacío que dejo mi partida dentro de tu corazón, mi mano esta ahí siempre hasta que se forma una costra y rellena tu herida, pero regreso cuando la herida se reabre y la costra vuelve a caer.

 

Mamá de un hijo que ya no puedes tener, ver o escuchar, necesitas de una fuerza invencible para seguir. Mamá eres mi super héroe. Te veo caer y levantarte, una y otra vez. Me doy cuenta de las agallas que tienes para salir de tu cama cada día y como le exiges a tus pies ensangrentados que se levanten y sigan caminando. Te veo andar este camino que la vida te ha dado, donde cada respiración y cada paso te aparta de tu hijo que tanto amas. Es una guerra física, emocional y espiritual. Es una lucha para acallar las mentiras insidiosas, una lucha diaria para sobrevivir.

Pero la verdad es que tu mamá no has fracasado en lo absoluto. De hecho, es todo lo contrario.

Eres la madre de todas las madres.

Verdaderamente lo más inspirador. Tu valeroso amor de madre, una mamá guerrera hasta la médula.

Porque incluso en la muerte todavía eres mi AMOROSA madre.

Te Amo mamá......

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